martes, 1 de marzo de 2011

Si me pides

Si me pides que te deje, lo haré
si me pides que calle, callaré
si me pides que llore, lloraré
si me pides que no mire, mis ojos arrancaré,
pero si me pides que deje de amarte, moriré,
porque todavía sueño que me pidas...
que te bese,
que te abrace,
que te ame,
y que grite lo que mis ojos lloran al sentir,
lo que siento por ti…

Richie

Sólo un sueño

Sentado en clase, en un salón que intenta entonar el color blanco, con un ambiente frío y seco, pienso en lo que hace un momento me pidieron, describir, inmediatamente aparece el personaje idóneo en mi cabeza, un ser ligero, con un aura blanca y ojos verde olivo, parece un ángel, al menos para mí sí lo es, un ser que en estos momentos solo se encuentra en mi mente, con un rostro tan real y tan lejano, pienso mucho en este ser, pero no lo conceptualizo utópicamente como lo hago siempre con personajes que creo, pues esta persona existe. Aún recuerdo esa sonrisa y esos cortos momentos compartidos, esas mejillas que se sonrojaban al verme, esos labios que provocaban el deseo tan grato de besarlos, unas manos tan delicadas, un ser tan sensual que provocaba excitación en mí. Ese ser que consideré siempre lejano a mí, resultó tan cercano y apegado a mí ser, hoy no está aquí, siento su ausencia y anhelo que sus ojos miren hacia mí, que sus manos toquen mi rostro. Hay veces que sueño con un beso y un susurro al oído, pero es un sueño tan lejano a la realidad, aún extraño sus intentos fallidos y sus llamadas perdidas, y su intento tan sublime de comunicarse a tan tardes horas de la madrugada, su sentido del humor tan negro, ese sexismo que mostraba para mí al hablar, incluso al caminar. Sí, un ángel, así lo percibo, un ángel que tentó mi ser en algún momento, y que solo se atrevió a decir lo que sentía cuando ya estaba lejos.

Richie